Me anula
Yo no nací para vivir en cautiverio; a mi esencia no le basta con sentirse libre, DEBE por sí serlo. Mientras que la madre tierra respira, yo me reduzco. Y bien merecido tiene su receso, pero se me hace insoportable. Desearía desfogar de algún modo, pero los días continúan densos. Increíblemente, todos hemos parado nuestras actividades diarias en simultaneo, y no es algo que particularmente me guste, me llamó la atención un poco. Al comienzo podía manejarlo, pero ya no más. Detesto el solo hecho de tener que despertar en las mañanas y repetir la misma rutina, osea, ni siquiera cuando trabajo siento tanto agotamiento, que me cuesta adaptarme. Suelo entrenar, jugar, relajarme, ver series, diseñar clases on line, porque sí, mis horas de trabajo siguen siendo remuneradas durante el tiempo que dure la cuarentena; a veces bailo, raramente suelo hacer exhibicionismo, aquéllo que me mantenía entretenida hace buen tiempo, ya no me llena más y se diluye de a poco... Ni modo, la mayoría de l